Pascal Comelade

Impacto

El poder del retrato en el trabajo de Juan Miguel Morales

Es en el retrato donde un fotógrafo se la juega. Haber captado el alma de un paisaje, de un lugar, de un objeto, puede ser discutible. Pero captar o no hacerlo el alma de un ser humano, objetivo del retrato, no admite ambigüedades: el retrato te atrapa o te deja indiferente.

Esta es sin duda la mayor genialidad de Juan Miguel Morales López, reconocido como uno de los mejores retratistas del mundo y, afortunadamente, Director de Fotografía de Ixotype, que lleva ya 22 años atrapando a todos, a quienes retrata y a quienes vemos sus fotos.

Silvio Rodríguez dice de él: «La mirada de Juan Miguel no es leve. Son retratos que explican. Sólo hay que detenerse a ver y de pronto las fotos rompen a sonar».

Almeriense residente en Barcelona –estudió en el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya- es autor de varios libros y multitud de exposiciones nacionales e internacionales.

A menudo se enfrenta a reportajes donde no hay segundas oportunidades: “trabajar con la presión de entregar una buena narración visual de lo que se está cociendo conlleva una adrenalina que me estimula”.

– ¿Qué hay de espontáneo y que hay de preparado en tu trabajo?

Me adapto a lo que hay y busco el resultado que pretendo. Se dan ambas opciones simultáneamente. Es importante saber adaptarse, saber mirar, conocer mínimamente al personaje, y sacarle rendimiento a lo que tienes delante. Pero si hay tiempo me encanta hablar con la persona o personas antes de la sesión, y definir qué queremos comunicar para buscar entonces el espacio ideal. Trabajar con un concepto en la cabeza ayuda muchísimo a obtener mejores resultados y, aunque al final salga algo que no tenga nada que ver con lo previsto inicialmente, es mucho mejor que comenzar a trabajar a tientas”.

– Se requiere paciencia por parte del fotógrafo, y quizá más por parte del retratado…

Sí, de ambos. El fotógrafo debe tener paciencia, es una de sus herramientas a la hora de trabajar, y el retratado también, pero, sobre todo, el retratado debe tener confianza. La desconfianza es algo que nunca debe estar presente en una sesión fotográfica: siempre la arruina. Por otro lado, cuando el retratado está inseguro o incómodo, complica mucho la labor del fotógrafo. En esos casos el retratado quiere acabar enseguida -o da esa sensación- y no respeta el proceso que supone obtener una buena imagen. Incomoda sobremanera al fotógrafo. Luego están esos otros casos de quienes desean ser tan auténticos que no quieren posar ante la cámara, porque les parece que traicionan no sé qué. Entonces toca hacerles terapia y explicarles que igual que buscan cualquier otro objetivo, y eso no les hace menos auténticos, también hay que buscar una imagen, la que ellos quieran, para comunicar a su potencial público qué tipo de propuesta es la que ofrecen. Hasta la imagen casual es una puesta en escena y también hay que elaborarla.

Ningún profesional ni buen aficionado puede perderse el impacto del trabajo de Juan Miguel Morales, demostración del poder inigualable del retrato, cuando está realizado por un genio.

© Xavier López – Ixotype

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Abus – Juan Miguel Morales

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El Tosco – Juan Miguel Morales

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Georges Moustaki – Juan Miguel Morales

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La madre quechua- Juan Miguel Morales

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Lluís Llach – Juan Miguel Morales

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María Inés Ochoa – Juan Miguel Morales

Ixotype-Blog-Impacto-paola o pablo-juan miguel moralesPaola o Pablo – Juan Miguel Morales

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